ALARMAS ANTI INCENDIO 

La alarma anti incendios es un elemento fundamental dentro de los dispositivos de detección dado que alerta de un fuego desde su inicio y esto puede evitar su propagación.

No olvidemos que la localización del incendio en una primera etapa es un hecho clave para poder minimizar las consecuencias del mismo. Estos sistemas se encargan de dar el aviso cuando se produce una situación de emergencia de manera que pueda sofocarse con celeridad.

Existen diferentes tipos de las alarmas contra incendios dependiendo de las necesidades de cada construcción. Habitualmente se activan de forma automática, a través de detectores de humo y detectores de calor, o de forma manual, gracias a los pulsadores.

El mecanismo de funcionamiento de esta tecnología es muy sencillo, una vez que los detectores alertan de un fuego o se presiona el pulsador manual, se activan las sirenas acústicas o se produce la llamada a la central receptora de alarmas (CRA).

El sonido de estas sirenas es estridente y muy característico, algo que permite que las personas puedan percibir la presencia de una emergencia y se inicien los protocolos previstos en este tipo de situaciones.

Todo esto facilita la evacuación de un edifico en el menor tiempo posible y hace que la llegada del personal de emergencia encargado de extinguirlo se produzca con rapidez.


¿DONDE  INSTALAR SENSORES DE ALARMA ANTI INCENDIO?

Una de las cuestiones esenciales para que todo el sistema de protección contra incendio funcione de forma correcta es que los sensores estén colocados en las zonas adecuadas para alertar con rapidez sobre la presencia de un fuego.

A la hora de pensar en la localización de estos detectores debemos tener en cuenta factores como el número de plantas, las zonas comunes y la presencia de espacios concretos, como por ejemplo los pasillos.

Ambientes y escaleras

Cuando la construcción cuenta con más de una planta es recomendable ubicar un sensor en cada una de ellas, así como en las zonas que las conectan, es decir, descansos y escaleras.

Cocinas

En los espacios concebidos para ser cocinas es importante recordar que habitualmente existen electrodomésticos, como son los hornos, que es normal que desprendan vapores. Ante esto, lo ideal es colocar los detectores de tal manera que no puedan verse afectados por este humo y con ello se reciban falsos avisos.

De hecho, lo normal es que en estos espacios se instale un detector termovelocimétrico, es decir, un dispositivo que no detecta humos, pero que sí está pendiente de incrementos importantes de temperatura que puedan producirse en un corto periodo de tiempo.

Techo

Lo recomendable es que en cada habitación o espacio en el que se coloque un detector este se ubique en el centro del techo, esto se debe a que el aire en las esquinas suele tener menos movimiento.